Se estima que entre el 20 y 40 por ciento de las horas docentes actuales se dedican a actividades que podrían automatizarse utilizando la tecnología existente. En el ámbito educativo, la tecnología se vuelve una herramienta clave para ayudar a los educadores acelerar tareas repetitivas y centrarse en las tareas de enseñanza que más agregan valor a los estudiantes.
La evaluación del conocimiento es un aspecto fundamental en el marco educativo, ya que permite medir el progreso y el aprendizaje de los estudiantes. La construcción y aplicación de sistemas de evaluación proporciona información sobre las fortalezas y debilidades en el aprendizaje, lo que permite a los educadores adaptar su enseñanza para mejorar los resultados. Sin embargo, la construcción de estos artefactos de evaluación tienen una procedimiento definido que debe seguirse para garantizar la calidad de las evaluaciones. Por esta razón, la Taxonomía de Bloom es una herramienta útil para guiar la evaluación del conocimiento en el aula. Al utilizar la taxonomía de Bloom, los educadores pueden diseñar evaluaciones que midan diferentes niveles de comprensión y habilidades de pensamiento crítico.
En varios foros he mencionado que las Compañías Tecnológicas y las EduStartUp se apropiarían de la Educación Superior. El Diseño Instruccional, LXD, eLearning, Metaversos Educativos y EduIA, han salido de los organismos educativos tradicionales para insertarse en las redes y sistemas EduTecnológicos. Muchos de los autores que publican artículos educativos son ingenieros de sistemas, desarrolladores de sofwares y promtores de soluciones tecnológicas. La mayoría de ellos carecen del conocimiento y experiencias sobre los Marcos Filosóficos y Teóricos del Aprendizaje Humano. Nunca estuvieron en una sala de clases de Escuela o Universidad ofreciendo cursos de Pedagogía. Ahora, se presentan como ingenieros, arquitectos y expertos en ecologías de aprendizaje.