Cuando por fin se encuentran dos almas...Victor Hugo
(http://www.youtube.com/watch?v=JexY-18gu_s)
"Cuando por fin se encuentran dos almas,
Que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío,
Cuando advierten que son parejas,
Que se comprenden y corresponden,
En una palabra, que son semejantes,
Surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
Una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.
Esa unión es amor, amor auténtico,
Como en verdad muy pocos hombres pueden concebir,
Amor que es una religión,
Que deifica al ser amado
Cuya vida emana del fervor y de la pasión
Y para el que los sacrificios más grandes
Son los gozos más dulces."
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Intitulado... Autor Desconocido
"Dos almas gemelas se encuentran
Mirándose fijamente con sorpresa
queriendo descubrir en cada uno
mezclas de palabras y sonrisas.
Se siente un torbellino mutuo
incapaces de darse cuenta de tanta locura,
porque están hechos para ser uno solo
tratando de formar en el aire sus fantasías.
Con especial encanto la gente los mira,
de ellos solo se dice:
allí van dos almas gemelas
!que Felices llevan sus vidas¡
Se aman con locura paseando bajo la lluvia,
sin darse cuenta que la gente los envidia.
Que locura es poder amar a tu alma gemela
cuando la magia y el Amor se unen para formar una estrella,
y al pasar el día juntos se transforma su luna
en una gran poesía, que anuncia el campanario
en un encuentro en la lejania.
Locuras de dos almas gemelas
dejando a su paso un campo floreado
y construyendo un futuro incierto,
pero con la seguridad de que ambos
están juntos porque así Dios lo ha deseado
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Intitulado. Autor Desconocido
"Dos almas que se encuentran
mas allá del destino:
elegirse, mirarse,
encontrar el camino.
Tu alma, dulce amado,
tu alma que, en su brillo,
me iluminó la sangre
y me hizo un remolino...
y luego... al serenarme,
con tu beso tranquilo,
me arrullaste en la noche,
despertaste el rocío.
Dos almas que se encuentran,
que son el pan y el vino,
y la mesa dispuesta,
y el cobijo tendido
en la cama que guarda
nuestros cuerpos dormidos.
Almas sin huracanes,
sin expectar lo altivo,
buscando lo más cauto,
lo bueno, lo sencillo,
esas, nuestras dos almas
viviendo este infinito
que haciéndose presente
es amor sin castigos.
Dos almas, en dos cuerpos,
y el manso regocijo,
de abrir el cielo vasto
para ver, en tu abrigo,
que no hay brazos pequeños
ni piernas sin camino,
sólo un amor tan grande
que nos ha conmovido."