La Educación Literaria pone el acento en la formación de lectores competentes para desvelar y comprender las características específicas de los textos literarios. Este concepto aclara los objetivos de trabajo con los textos literarios en la etapa obligatoria en los que existe un acuerdo: desarrollar la capacidad de comprensión de los textos y el hábito lector. Por lo tanto, trabajar con los textos literarios en esta etapa sólo tiene sentido para crear lectores, para hacer sentir al alumnado la emoción de la literatura y para adentrarles en un mundo que luego recorrerán de manera autónoma. No es posible desarrollar una propuesta de trabajo relacionada con la literatura si la lectura y la cabal comprensión de los textos literarios no están presentes.
Via Marta Torán