Una educación para nuestros tiempos | LabTIC - Tecnología y Educación | Scoop.it

En los últimos 80 años, esta impresión no ha hecho más que acrecentarse. Hoy, cualquier intento de estar al día de la bibliografía relevante en un área es una tarea inabarcable. Ni siquiera es posible recurriendo al gran invento de nuestra modernidad: la hiperespecialización.

Hace tiempo que el conocimiento no cabe en nuestros anaqueles, que se ha desbordado y no lo podemos contener ni en bibliotecas, ni en academias, ni en museos. Que no es posible encerrarlo tampoco en las aulas, ni dominarlo en los laboratorios.

El aumento exponencial de la producción de libros, informes y artículos ha convertido a la gestión de la información y el conocimiento en una de las competencias críticas para el futuro personal y profesional de cualquiera. Nos ha convertido a todos, en cierta manera, en bibliotecarios. Todos somos improvisados lectores para otros.

Nuestra modernidad se sustentó en un relato específico de cómo y dónde se producía y difundía el conocimiento. Un relato basado en el orden y la clasificación. Una historia de éxito soportada en los pilares de la especialización, la reducción, la simplificación y los protocolos. Un relato, en definitiva, el de nuestra modernidad, que tuvo que ignorar la complejidad para ser eficiente. Y que al hacerlo dejó de lado otros relatos posibles, otros actores, otros lugares, otras tradiciones y otras maneras de ver y hacer. Un modelo económico y un sistema educativo, basados en generar y gestionar la escasez. Esto ya no es asíEl conocimiento es abundante. El mundo es complejo. Las soluciones son híbridas.


Via Marta Torán