Esperamos demasiado de todo y de todos. Vivimos de la fantasía de cambiar el mundo para que sea como soñamos, como si pudiéramos dibujarlo y luego sentarnos en él a criticar lo que nos duele y nos araña. Y no es que no esté bien soñar y visualizar lo soñado, al contrario, el problema es…
Via Ricard Lloria, juandoming