Una gestión pública de calidad necesita desarrollar políticas basadas en evidencia. La producción y el uso de evidencia y conocimiento como insumos para tomar decisiones son un rasgo crítico de las políticas públicas. Desde la identificación de los problemas, la planificación de las intervenciones, su seguimiento periódico, el reconocimiento de buenas prácticas y la sistematización de lecciones, la política pública usa y produce conocimiento.
Una serie de Guías fundamentales para saber diseñar metas e indicadores para el monitoreo y evaluación de políticas públicas. Cada Guía es independiente pero todas se complementan.