Baleares: La muralla burocrática y la brecha digital | Diario de Mallorca
El malestar de muchas personas ante las dificultades para solicitar las ayudas previstas en el escudo social impulsado por el Govern vuelve a poner en evidencia carencias de fondo y forma en el trato de la Administración con la ciudadanía, tan falto de empatía. Desde 2015, año en que se promulgó la legislación que regula las nuevas relaciones entre la Administración y el ciudadano condicionadas por los avances tecnológicos, la posibilidad del contacto por vía electrónica ha dejado de ser opcional para implantarse cada vez más como imperativa, un fenómeno que se vio acelerado por la pandemia del coronavirus.