En un futuro cercano los niños tendrán que aprender en las aulas un lenguaje nuevo, aparte del inglés, el alemán o el mandarín. De hecho, serán varioslenguajes de programación los que estarán obligados a conocer para que su formación no se vea lastrada por el ritmo al que avanza la sociedad digital. La informática se está volviendo tan omnipresente que a la educación no le está quedando otra alternativa que reflejar esto en los programas escolares.