Existe una convención generalizada de que la brecha digital es fundamentalmente generacional y no se explica por razones de origen social, renta o género. Y cobra especial relevancia el concepto de: Brecha digital generacional.
Así, nos encontramos con ideas fuerza como: “También hoy el concepto de “brecha digital”, que expresaba una preocupación en torno al cambio de siglo, ha perdido toda su carga. La “brecha” cuando existe lo es en sentido generacional, entre los “más mayores” y las personas jóvenes, y no tanto en sentido horizontal. …. El acceso a las tecnologías aparece cada vez más desvinculado de su relación con la renta, o el sexo.” (Espín, 2011)