Vivir en una sociedad del conocimiento implica nuevas condiciones y necesidades sobre lo que significa información, conocimiento y la tarea de enseñanza-aprendizaje. El aprendizaje por competencias implica redimensionar nuestro trabajo de aula. Continuamente encontramos expresiones como: “la necesidad de revolucionar la educación”, “la posibilidad de cambiar totalmente las prácticas de aula”, “las TIC están esperando que los docentes las implanten”. Lo sentimos, esa revolución constante tiene un criterio que debe cumplir: su operatividad en el aula. No todo lo que se puede soñar educativamente, es posible en la educación formal. Dicho de otro modo: cada contexto educativo permite determinadas secuencias de enseñanza-aprendizaje. Repetimos: no todas, algunas. Quien da clase, lo sabe...