Vivimos una auténtica revolución tecnológica con un fuerte impacto sobre la educación, que modifica instituciones y metodologías a partir de la transformación de las personas y sus hábitos culturales. Internet, portabilidad, cloud computing, robótica educativa, realidad aumentada y wearables, son apenas la punta de un iceberg con dimensiones aún no determinadas. Paredes inteligentes, hologramas, navegar por la web con el pensamiento y control cerebral de dispositivos: algunos futuros posibles que los científicos imaginan para la vida de las personas y los procesos formativos. Proyectos, apps y plataformas.
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Marta Torán