Nuestro idioma está plagado de palabras que proceden de otros idiomas, y cada vez es más frecuente que términos ingleses afloren en nuestras conversaciones diarias. Pero, como buena lengua romance que es el español, la mayor parte de las palabras que utilizamos han sido adaptadas del latín. Sin embargo, hay muchas expresiones que no han sufrido ningún cambio y que seguimos utilizando tal y como se emplearon hace siglos: son los latinismos crudos, que no se adecuan a la ortografía española.
Via Todoele, Juergen Wagner