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Mi columna de esta semana en El Español se titula “Autoconsumo y prevaricación“, y hace referencia a la dura carta enviada por la Comisión Europea al ministerio de energía español, exigiendo explicaciones por las múltiples trabas, barreras e impuestos establecidos a nivel legislativo para desincentivar el autoconsumo eléctrico, que no solo son completamente contrarios al derecho europeo, sino que además, suponen un absoluto contrasentido en un país con un nivel de insolación tan elevado como España.

Unas baldosas, un balón, una maceta y una bicicleta objetos cotidianos que la tecnología ha convertido en generadores limpios

En Exercise Bike han realizado un cálculo para determinar qué se podría hacer con toda la energía que generase los miembros de los 22 equipos durante las 23 jornadas que dura la prueba. Para empezar, como no podía ser de otra forma, han puesto sus miras en uno de los emblemas de París y de toda la nación francesa. Si por el día resulta espectacular contemplar la Torre Eiffel y ascender hasta el punto más alto, ver su silueta iluminada por la noche es algo majestuoso. Para ello, a lo largo de su estructura de metal hay instaladas 20.000 bombillas (5.000 en cada uno de sus lados), cada una de las cuales necesita 6 vatios de energía para alumbrar.

Aproximadamente el 30 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta de nieve cada invierno, durante el cual los paneles solares a menudo no funcionan. Ahora imaginemos un dispositivo que puede funcionar en áreas remotas porque proporciona su propia energía y no necesita baterías y que lo hace gracias a la nieve.
Eso es nanogenerador triboeléctrico basado en nieve.

Si el planeta, tal y como hoy lo conocemos, dejara de existir, ¿qué opciones quedarían para seguir disponiendo de energía? Aunque sea un futurible, lo cierto es que los datos sobre el cambio climático no dejan mucho margen para el optimismo y sus efectos, no solo se notan ya, sino que se agudizarán de no revertirse el modelo actual. Aumento del nivel del mar, olas de calor, sequías, destrucción de ecosistemas… son algunas consecuencias del calentamiento global. Pero, si la situación llegara a ser extrema y las redes eléctricas cayeran, ¿sería posible seguir produciendo electricidad? Opciones, quedarían. Te contamos cuáles.

Para solucionar el problema de desabastecimiento energético que afecta a pueblos y ciudades de todo el mundo, la compañía multinacional General Electric Global Research ha desarrollado una turbina que es capaz de proveer de electricidad a diez mil hogares.
El diseño de este prototipo es muy compacto, tiene las dimensiones de un escritorio, pero resulta más eficiente que las turbinas de vapor en la conversión de calor en electricidad. Esta turbina permitiría además aprovechar el calor proveniente de la energía solar para producir electricidad de manera limpia. 

La energía cinética, creada por el movimiento, se ha aprovechado para cargar las baterías en el campo de batalla, y los generadores termoeléctricos (TEG), que generan electricidad a partir de calor del cuerpo, han impulsado linternas y dispositivos portátiles.

Animación interesante sobre la generación, transporte y distribución de la energía eléctrica. Como la propia web de la red eléctrica de España nos dice: “Detrás del enchufe de tu casa existe un gran sistema de instalaciones y equipos que hacen posible que dispongas de electricidad cada vez que enciendes un interruptor. Red Eléctrica es una pieza clave de este sistema ya que es responsable de la operación y supervisión en tiempo real de las centrales de generación y de la red de transporte de energía eléctrica en alta tensión. “