Forbes se suma al optimismo sobre México y publica la semana pasada un artículo titulado “Sorry Brazil, Investors Prefer Mexico”.
Ciertamente el desempeño de la Bolsa Mexicana revela claramente esta preferencia de los inversionistas internacionales. Mientras que en los últimos doce meses el IPC del mercado mexicano avanza 15% en dólares, el índice Bovespa de Brasil cae 18%.
Las ventajas de México son varias:
• La cercanía y el vínculo comercial con Estados Unidos que está logrando crecer a tasas cercanas al 2% y se encuentra en un proceso de reindustrialización, con el consecuente impacto positivo sobre las exportaciones manufactureras mexicanas.
• Un nivel de déficit y deuda pública a PIB menor a la de muchos otros países desarrollados y emergentes.
• Un sector financiero poco desarrollado –que si bien es un obstáculo en el corto plazo- ofrece un potencial de crecimiento importante en el largo plazo.
México no crece, ni podrá crecer mientras no tenga una economía abierta, donde el libre mercado, la acción empresarial y la garantía de propiedad privada imperen. Para eso hace falta vigencia del Estado de derecho con un gobierno mínimo.