Leer textos a través de Internet, mayormente hipertextos, no parece ser lo mismo que leer un texto fuera de Internet, mayormente un texto plano. Sobre todo si nuestra intención es aprender.
La intuición parece decirnos lo contrario: si la cuestión es aprender, lo mejor parecer ser que el texto esté jalonado de vínculos que enlacen con otras páginas, así se conseguirá una suerte de conocimiento interconectado, global, orgánico, de perspectiva múltiple, etc.
Sin embargo hay estudios que nos ponen sobre aviso. Internet exige multitarea mental continua. Y además nos gusta, nos produce placer que se nos interrumpa con nuevos eventos y noticias. Para nuestro cerebro, este tipo de información anecdótica es adictiva. Y el hipertexto alimenta esa adicción. Interrumpiéndonos. Dificultando la lectura de textos lineales sostenidos que precisan de concentración.
Así que no siempre es lo mismo leer a través por Internet que leer un libro. Aunque todos quisiéramos que fuera así.