El 6 y el 9 de agosto de 1945 las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki se convertían en las primeras –y, afortunadamente, las últimas– ciudades en sufrir los efectos de un bombardeo nuclear.
Se calcula que Little Boy destruyó un 70% de los edificios de Hiroshima y causó entre 90.000 y 140.000 muertes de forma directa. Fat Man, por su parte, destruyó aproximadamente un 40% de los edificios de Nagasaki y causó la muerte directa de entre 39.000 y 80.000 personas.