Hay más de cien poemas pintados en las calles de Leiden, Países Bajos. Shakespeare, Pesoa, Borges, Octavio Paz, Rilke o Quevedo llenan las paredes, las plazas y las callejas de esta ciudad neerlandesa. Y algo más.
Un día, a Sense Jan van der Molen e Ivo van Vulpen, dos físicos de la Universidad de la ciudad, se les ocurrió una idea: que la ciencia también es cultura. Más aún, que la ciencia también puede ser arrebatadamente bella: las fórmulas científicas pueden llegar a sentirse aunque no las entendamos completamente. E inspirados por los poemas, comenzaron a pintar fórmulas históricas en las calles de la ciudad.