Voy a empezar con algo que, supongo, no discutirá mucha gente: la ciencia es algo muy complejo. No sólo porque requiere conocimientos técnicos muy precisos (y, muchas veces, contraintuitivos), sino porque "la ciencia" no existe. Hay decenas de ciencias, cientos de áreas de conocimientos, miles de líneas de investigación. Un totus revolutum, una cantidad inmensa de datos y teorías o, como decimos en historia de la ciencia, un follón.
Y, sin embargo, Károly Zsolnai-Fehér, un estudiante de doctorado de la Universidad Tecnológica de Viena, sostiene que, sea cual sea el estudio, le cabe en dos minutos. Y, muy a mi pesar, es posible que tenga razón.