Un ejemplo es la extraordinaria base de datos de productos químicos y sus riesgos creada por el Departamento de Química de la Universidad de Akron. Llevar a cabo un trabajo como el que se necesita para construir esa base de datos parece que solo está al alcance de países que verdaderamente comprenden la importancia de la ciencia no solo para mejorar su bienestar general, sino en beneficio de economía. Este es el enlace a dicha base de datos: ull.chemistry.uakron.edu/erd.
Su funcionamiento es muy simple. Se trata de un buscador donde pueden escribir el nombre de cualquier elemento o compuesto químico (en inglés, claro).