A pesar de los beneficios que ha traído internet, el diseño de páginasy contenidos excluye de su uso y disfrute a personas con discapacidad.
Esta exclusión priva a personas con discapacidad de la posibilidad de ejercer múltiples derechos y libertades: expresarse, informarse, elegir la adscripción a grupos y comunidades específicos, recabar información y difundirla, beneficiarse de servicios públicos, acceder a mejores niveles educativos. La lista es larga y por ello mismo hace más urgente la acción del Estado, con un enfoque garantista, para evitar dicha discriminación..