Si tú, lector, eres aficionado al deporte del motor, habrás visto accidentes espeluznantes a altísimas velocidades que se saldan con un piloto mareado, pero ileso. Y quizás habrás visto accidentes que, en apariencia, son muy leves, pero que terminan con el piloto en el hospital, lesionado, conmocionado y, en algunas tristes ocasiones, fallecido. No solo …