Soy omnipresente.
Donde quiera que vayas, allí estaré… esperando tu llegada desde el principio de los tiempos.
El universo me pertenece… o mejor aún, lo poseo.
Cuando el último átomo del universo se evapore… estaré allí para verlo desaparecer.
Existo desde el principio de Todo… y cuando Todo acabe, aún seguiré existiendo.
En cada instante, el universo me obedece… y no podrá rebelarse jamás. Simplemente, no puede.
¿Crees que soy un Dios? No te equivoques… soy mucho más que eso; si existieran dioses, también me pertenecerían.
¿Pretendes comprenderme? No te ofusques si no lo logras… mi esencia es invisible a tus percepciones, imperceptible a tu experiencia, inaccesible a cualquier intento de imaginarme.
Soy la mas tenue presencia que puedas concebir, y aún así la mas poderosa existencia que ni en tus peores pesadillas podrías esperar.