Hace hoy 22 años que el SIDA se llevó por delante a Freddie Mercury, venciéndole justo al día siguiente de que reconociera públicamente que era seropositivo. Durante años decidió llevar de una forma lo más secreta posible su enfermedad, algo que se criticó ya que debido a su estrellato se podrían haber realizado numerosas campañas de concienciación y recaudación. En realidad, podríamos estar varios días escribiendo sobre su vida, sobre polémicas/ problemas por su condición sexual como los ocurridos en Zanzíbar, o simplemente sobre Queen. Pero quiero aprovechar este aniversario para reivindicar la inmortalidad de sus canciones y su magnetismo como estrella del rock de forma breve, que estamos en domingo.