Han pasado nueve ediciones de un festival que levantó la convicción en todos y cada uno de los participantes; la sumó al esfuerzo de la iniciativa privada, con el apoyo de la Cooperación Internacional y del Estado de Nicaragua, por lo que hoy tenemos la construcción perfecta de la sonoridad múltiple en un lugar y tiempo; nunca antes una ciudad en Centroamérica había logrado abrir sus puertas para todas las culturas y todos los sonidos del mundo.