"Es nuestra lengua mojada, la que entra oculta a los Estados Unidos en los furgones de carga, hacinada en los techos de los vagones del tren de la muerte en viaje de Chiapas a Sonora (México)"... "Es la que pasa debajo de las alambradas, traspasa el muro inteligente, la que burla los detectores infrarrojos, que no se deja encandilar con los reflectores", apuntó el escritor.