Herramientas de cabina
Antes de nada, me gustaría dejar clara una idea: para interpretar bien hay que interpretar muy bien. Ningún aparato, dispositivo o chisme va a hacer el trabajo duro.
Cuando empecé a interpretar en cabina no llevaba nada más que los glosarios, algún diccionario especializado en papel, caramelos, tableta (pero de chocolate) y la botella de agua. El apoyo moral y técnico lo ofrecía mi compañero de batallas y el resto del trabajo lo hacía en casa y en la conferencia.
Sin embargo, los netbooks empezaron a poblar las cabinas y compré uno para ver si efectivamente eran tan útiles. Después llegaron las tabletas y entonces surgió el debate: ¿netbook o tableta?