Ya se ha aprobado la LOMCE y mientras tire para adelante, las competencias se quedan. La ley hace una apuesta explícita por ‘reforzar’ las competencias instrumentales y el uso de las TICs, pero no suprime el resto. Echamos de menos una apuesta clara pero las competencias axiológicas, entre las que están aprender a aprender y aprender a emprender, así como la competencia cívico-social que tantas alergias produce a algunos. La ley mantiene la necesidad de trabajarlas en las aulas y vincularlas al currículum y a los criterios de evaluación dentro de las programaciones.