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Ensayos, manuales o títulos en los que se reflexiona sobre los avances y los obstáculos de la educación actual, y también la del futuro, forman parte de esta selección con los 15 libros educativos más relevantes de este año.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Educación, hándicap e inclusión (Una lucha familiar contra una escuela excluyente)» de Ignacio Calderón Almendros y Sabina Habegger Lardoeyt.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Devaluación continua. Informe urgente sobre alumnos y profesores de secundaria» de Andreu Navarra.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Crear escuela: Tendiendo puentes entre la neurociencia y el aula» de Xabi Gómez.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Neuroeducación en el aula: De la teoría a la práctica» de Jesús C. Guillén.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «El niño que no soñaba» de Mario de Paz Figueroa.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Tormenta cerebral: el poder y el propósito del cerebro adolescente» de Daniel J. Siegel.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Lo que nos pasa por dentro» de Eduardo Punset.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «El desorden que dejas» de Carlos Montero.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «La guerra delneoliberalismo contra la educación superior» de Henry A. Giroux.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Montessori paso a paso “Vida práctica, vida sensorial”» de I. Patrón, V. Toinet y S. Dorance.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «El cerebro del niño explicado a los padres» deÁlvaro Bilbao.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «10 ideas clave. Evaluar para aprender» de Neus Sanmartí.
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Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «40 marrones con hijos adolescentes y cómo afrontarlos con cariño» de Javier Valverde Jimena.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Tú, tu hijo y la escuela» de Ken Robinson.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Las Grandes Historias» (Montessori paso a paso) de Vanessa Toinet y Sylvia Dorance.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Cooperar para aprender» de Francisco Zariquiey Biondi.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «La edad de la ira » de Fernando J. López.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Disciplina sin lágrimas» de Daniel J. Siegel y Tina Payne.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «El curioso incidente del perro a medianoche» de Mark Haddon.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Pensamiento crítico, una actitud» de Juan Meseguer.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Reimaginando la educación» de Xavier Aragay.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Pedagogía positiva» de A. Akoun e I. Pailleau.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Pedagogía positiva» de A. Akoun e I. Pailleau.
Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propiaexperiencia personal. Una de estas lecturas ha sido: «Fuera de clase” (Textos de filosofía de guerrilla)» deMarina Garcés.
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