Jugamos para aprender y como mejor aprendemos es jugando. Los juegos de mesa pueden convertirse en una interesante herramienta educativa. Nos aportan un gran número de ventajas: trabajo en equipo, aumento de la interacción entre iguales, desarrollo de diferentes habilidades intrapersonales e interpersonales, permiten aprender jugando, ofrecen la posibilidad de repasar y aplicar lo aprendido, etc. El juego promueve el desarrollo de nuestros alumnos, es fuente de alegría y bienestar. Por eso es importante y muy recomendable su presencia en la escuela.