Cada vez que damos de alta una determinada cuenta en una red social (Twitter, LinkedIn, etc.) y en otros muchos servicios y páginas web, es necesario introducir una dirección de correo electrónico. Este mail se suele utilizar para validar la cuenta e incluso para que nos envíen un recordatorio de la contraseña si la olvidamos. El problema es que si queremos generar varias altas, necesitamos, por lógica, diferentes cuentas de correo electrónico.