Lo que ocurre es que muchas veces, tanto centros como docentes, eligen soluciones que, bajo mi punto de vista, agravan el problema del aprendizaje del alumnado en vez de solucionarlo; porque siguen insistiendo en un aprendizaje memorístico y bulímico, en una evaluación puntual y no procesal y en imaginarse una homogeneidad inexistente.
En concreto, en muchos centros se ha decidido hacer exámenes comunes en algunos niveles. Y ante lo que considero una nefasta apuesta de evaluación, quiero exponer mi opinión sobre el tema.