Reconozcámoslo. Para la mayoría de los alumnos, los cursos de e-learning son algo bastante aburrido. Para muchos, especialmente en el mundo corporativo, los cursos e-learning son más bien un trámite necesario. Como el que tiene que ir al dentista, a veces escuchas por los pasillos «Puf, ya me han asignado otro curso e-learning que tengo que hacer».
Y como diseñadores de estas torturas experiencias online siempre andamos como Indiana Jones en busca del Santo Grial, de la herramienta definitiva que nos permita crear ese curso memorable y motivador.
Lo curioso es que fácilmente olvidamos recursos mucho más sencillos pero muy potentes y que pueden ayudarnos a captar la atención de los alumnos. Uno de estos recursos olvidados es el humor.