Los pasos que tendremos que seguir serán:
Situar el cursor sobre el ejecutable de la aplicación o el juego que queramos abrir.
Pulsaremos el botón derecho del ratón, y en el menú desplegable que se nos aparece seleccionaremos “Propiedades”.
Dentro de esta pestaña, nos tendremos que dirigir hasta “Compatibilidad”, situada en el margen derecho del cuadro de diálogo que aparece.
A continuación, nos iremos hasta “Modo Compatiblidad” y lo marcamos, para que se muestre el desplegable que nos permitirá elegir el modo de compatibilidad de la aplicación.
Una vez aquí, Podremos elegir distintos modos: Windows 95, Windows 98, Windows XP, Windows Vista, Windows 7, o Windows 8.