Se tiende a pensar que los escritores no somos más que personas ancladas en un pasado de papel, máquinas de escribir y cuadernos de anilla —nada más lejos de la realidad—. En el mundo actual, existe una gran comunidad de escritores que se preocupan por sus necesidades digitales. La llegada de los libros digitales ha supuesto una transformación en el modo de escribir, así como en el de concentrarse. Aunque la mayoría no pasan de abrir su documento de MS Word, muchos otros, han buscado alternativas para liberarse de los bugs, los elementos superfluos y las distracciones innecesarias.