Tener un título de doctor parece ser casi una garantía de empleo en España, donde las posibilidades de ocupación para las personas con esta formación rozan el 90%. El informe Panorama de la Educación de la OCDE 2017, además, cifra en un 0,8% el porcentaje de población española de 25 a 64 años con estudios de doctorado, una élite principalmente llamada a la investigación y a la docencia universitaria y que, aún de manera incipiente, ha empezado a recalar en el entorno empresarial.