Las mayores posibilidades de éxito de una reforma educativa de fondo se cimientan en colocar a los docentes en el primer lugar de las políticas de inversión y desarrollo del país. Reclutar, preparar y retener buenos maestros / educadores que desempeñen de manera eficiente su profesión debe ser una estrategia central del Estado para mejorar la educación, alcanzar el rendimiento pleno de la escuela y garantizar el aprendizaje de los estudiantes.