La industria del cine se ha pasado años intentando cerrar las páginas de descarga de contenidos.
Sin embargo, a día de hoy, es posible encontrar un gran número de webs legales que ofrecen este tipo de servicios.
Y es que hay muchos usuarios que, ya sea por vaguería o por falta de presupuesto, prefieren ver una película en el sillón de su casa sin gastarse un euro.