Seguramente los colegas que han hecho de las TIC algo cotidiano para su profesión se sentirán de algún modo identificados con lo que voy a decir: cada vez que regreso de mis extensas horas de clase, me encuentro con una gran cantidad de mails que responder; aulas virtuales que cargar, alimentar y seguir, y redes sociales en las que responder a demandas diversas.