TIC & Educación

La implementación de herramientas como ChatGPT para evaluar el trabajo del alumno plantea tanto ventajas como inconvenientes desde una perspectiva educativa. Entre las ventajas, destaca la posibilidad de agilizar la corrección de tareas y proporcionar retroalimentación instantánea, permitiendo a los estudiantes aprender de manera más eficiente. Además, la inteligencia artificial puede identificar patrones y ofrecer insights sobre áreas de mejora específicas, lo que podría personalizar el proceso de enseñanza y adaptarlo a las necesidades individuales de los estudiantes.

Sin embargo, es crucial abordar los inconvenientes asociados con esta práctica. La evaluación automatizada puede no capturar la complejidad de ciertos conceptos o la creatividad expresada en las respuestas de los estudiantes. Además, existe la preocupación de que la dependencia excesiva de la inteligencia artificial para la evaluación pueda deshumanizar el proceso educativo, limitando la interacción personalizada entre docentes y estudiantes. Además, la fiabilidad y la equidad en la evaluación deben ser meticulosamente consideradas, ya que la inteligencia artificial puede tener sesgos inherentes que podrían afectar negativamente a ciertos grupos de estudiantes.

En última instancia, la introducción de ChatGPT para evaluar el trabajo del alumno plantea una dicotomía entre la eficiencia y la personalización, y la necesidad de salvaguardar los aspectos fundamentales de la educación que dependen de la comprensión humana y la empatía.