En el mundo de la alta fidelidad la línea que separa lo esotérico de lo que tiene una justificación técnica es a veces tenue. Una de las peculiaridades más llamativas del mercado que da soporte a esta afición consiste en que a pesar de su moderado tamaño está conformado por un número de empresas importante. Y muchas de ellas son relativamente pequeñas.
Sobrevivir en un mercado con un volumen comedido y en el que la competencia es muy dura requiere ser capaz de atraer la atención de los aficionados. Muchas marcas (probablemente la mayoría) apuestan por exponer aquellos atributos de sus productos que les parecen más competitivos, como, por ejemplo, su calidad de sonido, su diseño o su construcción.