Y por fin hemos llegado a la tercera y última parte: Carga de las ROMs para poder jugar.
Las ROMs se pueden cargar directamente en la propia microSD donde instalamos RetroPie, pero yo prefiero cargarlas desde un pendrive o disco duro externo. ¿Porqué? Simple. Haciéndolo de esta forma, por un lado, mantengo el sistema aislado y si algo falla en el mismo, tengo las ROMS seguras en el dispositivo externo, solo tendría que volver a instalar el sistema y no perdería las ROMs. Por otro lado, si me quedo sin espacio en el pendrive o disco duro, puedo seguir cargando ROMs en un nuevo dispositivo externo, y para poder jugar, solo tendría que intercambiar los pendrives o discos para cargar las ROMs que me interesen.