El silicio es un elemento químico que tiene propiedades semiconductoras. Se dice que es un semiconductor intrínseco porque lo es por sí mismo. Pero sus propiedades semiconductoras se pueden modificar dopándolo. En este contexto, dopar un semiconductor significa agregarle pequeñas cantidades de impurezas, es decir, de otros elementos químicos. Así se obtiene un semiconductor extrínseco. Vamos a explicarlo ayudándonos de la imagen que aparece sobre estas líneas, en la que se representan dos tipos de dopado, conducentes a los denominados semiconductores extrínsecos tipo n y tipo p.