Es cierto que se puede utilizar la versión online desde el navegador. Pero me gustan las aplicaciones de escritorio porque tienen la ventaja de que podemos seguir utilizándolas aún sin conexión a Internet y que si queremos centrarnos en la tarea podemos cerrar el navegador con las otras miles de pestañas que siempre es una fuente de distracción.
Pero como siempre hay alternativas. Tras varias recomendaciones en Twitter me he decidido a probar Scratux.