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Cada año, los países desarrollados producen ingentes cantidades de residuos electrónicos, tales como ordenadores, televisores, teléfonos móviles, electrodomésticos... Ante el peligro creciente que para la salud humana y el medio ambiente representan la generación y la complejidad de éste y otros tipos de residuos y sus movimientos transfronterizos casi todos los países han ratificado la Convención de Basilea. Dicha convención, trata de minimizar las cantidades de residuos peligrosos y otros residuos que atraviesan fronteras, obligando a eliminar los residuos lo más cerca posible de su lugar de generación.

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el nuevo Real Decreto sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), que incluye una batería de nuevas medidas para mejorar su recogida separada y gestión.

La gestión de este tipo de residuos –que contienen materiales valiosos, pero también sustancias peligrosas que hay que tratar– comienza con su adecuada entrega en las instalaciones de recogida municipales –los puntos limpios–, las tiendas de aparatos eléctricos y electrónicos, los gestores autorizados y los puntos específicos habilitados por los fabricantes.

Cada año, los países desarrollados producen ingentes cantidades de residuos electrónicos, tales como ordenadores, televisores, teléfonos móviles, electrodomésticos... Ante el peligro creciente que para la salud humana y el medio ambiente representan la generación y la complejidad de éste y otros tipos de residuos y sus movimientos transfronterizos casi todos los países han ratificado la Convención de Basilea. Dicha convención, trata de minimizar las cantidades de residuos peligrosos y otros residuos que atraviesan fronteras, obligando a eliminar los residuos lo más cerca posible de su lugar de generación.