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Un reloj de cuarzo es un reloj que utiliza un oscilador electrónico que está regulado por un cristal de cuarzo para mantener el tiempo, éste crea una señal con una frecuencia muy precisa, de modo que los relojes de cuarzo son al menos más preciso que los relojes mecánicos.
El primer reloj de cuarzo fue construido en 1927 por Warren Marrison y JW Horton en los Bell Telephone Laboratories.

Las relojería mecánica es probablemente una de las artes más completas y complejas que existe donde solo unos pocos son capaces de realizarlo. No estamos hablando de los típicos relojes que quarzo digitales, sino de auténticas piezas de ingeniería que necesitan de cientos de horas de trabajo y puede alcanzar precios del orden del millón de Euros. Hoy en día practicamente todas las fábricas se ayudan de máquinas para la fabricación de las piezas pero el verdadero arte viene de la mano de los artesanos capaces de colocar con amor, cariño y pasión todas las piezas de estas maravillas.

Aunque no sea tan sofisticado como el reloj que aparece en el vídeo, un Rolex Submariner, todos llevamos en nuestras muñecas artefactos complejos con decenas de piezas mecánicas (a no ser que hayamos decidido llevar un reloj digital). Para ser conscientes de esta complejidad, nada como ver el desmontaje del reloj, pieza a pieza, en el vídeo que encabeza la entrada.

Una máquina llamada SwissNano realiza el torneado de los minúsculos tornillos que se utilizan en relojes y otros mecanismos y aparatos de minúsculo tamaño.

Según las especificaciones de esta máquina la resolución que tiene es de 0,1 micras, es decir 0,0001 milímetros o una diezmillonésima de metro. Para hacerse una idea de los pequeños que son los tornillos y engranajes que puede fabricar las piezas más grandes pueden tener tan solo 28 mm de largo y 4 mm de diámetro.