Como decía Terry Pratchett en su saga de novelas de fantasía ambientada en Mundodisco a propósito del río Ankh (clara alusión al Támesis), «es probablemente el único río del universo en el que los investigadores pueden dibujar con tiza el contorno de un cadáver».
Sin embargo, esta descripción tan gráfica de los efectos de la contaminación de las aguas de las ciudades se queda corta si la comparamos con el fatberg, una suerte de monstruo del pantano concebido por nuestros desechos más asquerosos.