Por eso siempre que uso el ordenador para cualquier cosa que requiera sonido, véase asistir a una conferencia, escuchar lo-fi mientras trabajo o jugar a cualquier cosa, me tengo que poner los auriculares. Y a ver, ponerse los auriculares está bien durante un rato, pero qué queréis que os diga, después de cuatro horas de juego me acaban cansando.