La Raspberry Pi es lo mejor que le ha pasado a la informática en los últimos 20 años. Así de rotundo. Un ordenador del tamaño de una tarjeta de crédito por poco más de 30 euros, completamente programable y personalizable, con miles de proyectos compartidos, y otros muchos que puedes inventar tu. Pero tiene un hándicap: no posee pantalla, con lo que no es tan portátil como nos gustaría, porque está atada a una tele o monitor. Entonces, ¿tiene sentido una tablet con una Raspberry Pi dentro? Eso es justamente lo que ofrece SunFounder RasPad.