tecno4

Cuando el ordenador de un aula me proporciona más dolores de cabeza que ayuda suelo terminar abandonándolo y sustituyéndolo por algún dispositivo de mi propiedad. Así, en el pasado, he utilizado tablets y portátiles. Este curso me he decantado por una opción minimalista: la Raspberry Pi.
La Raspberry Pi es un minúsculo ordenador cuya placa base puede comprarse por menos de cuarenta euros y, aunque de poco sirve esa placa sin algunos añadidos (alimentación, tarjeta de memoria, disipadores, carcasa, etc) se puede conseguir un kit de iniciación por menos de setenta euros. A pesar de parecer un ordenador de juguete sus prestaciones son más que suficientes para lo que necesito en clase, aunque a estas alturas ya le he realizado alguna mejora: por menos de nueve euros es posible conseguir un puerto VGA fácil de instalar y configurar (los proyectores que he podido utilizar en el aula solamente tenían entradas VGA, no HDMI).