Sin embargo, al descubrirse que los campos eléctricos podían provocar la aparición de campos magnéticos esto estaba destinado a cambiar. Michael Faraday, un talentoso físico procedente de familia humilde y sin conocimientos matemáticos, trabajaba en talleres desarrollando su curiosidad por el electromagnetismo. Él se imaginaba los campos como algo real susceptible de ser analizado del mismo modo que la materia, y sus ideas acabarían inspirando posteriormente a James Maxwell para unificar todo el electromagnetismo a mediados del siglo XIX.